La kombucha es una adición súper ganadora a tu dieta habitual,  te traerá un montón de  buenas sensaciones, pero como cualquier alimento con microorganismos vivos,  hay que hacerlo poquito a poquito y sin afanes. 

Si eres primiparo en esto de tomar kombucha, date tiempo para ver como tu microbiota interacciona con esos nuevos  microorganismos amigos, que esta conociendo. 

Empieza en pequeño (4-8 oz por porción) observa como te sientes. Siempre puedes guardar la kombucha que te sobra en la nevera y tomártela mas tarde.

Por el contrario si eres de las que llegaste aquí, porque estas subida a esta ola de la microbiota y has sentido a tu barriga feliz al  llevar tomando  kombucha por un tiempo, estarás lista a abrir una  botella detrás de otra 24/7.  Sabemos que es súper tentador, pero antes de abrirlas es importante que escuches como se siente tu cuerpo y le hagas caso. 

¿Cuánta kombucha es mucha?

La respuesta es depende. El limite de cada persona es diferente y ese limite va cambiando.

Pero como todo o casi todo (no nos gustan universalizar) hay que tomarla con moderación. La clave esta de nuevo en aprender a escuchar a nuestra barriga. 

No hay una "dosis" de kombucha, porque aunque somos una bebida funcional y hacemos muy feliz a tu barriga, somos una bebida, NO un medicamento o suplemento. 

Una buena regla es: Toma la kombucha que te haga sentir bien a ti.

Respecto al: ¿Cómo?, ¿donde? y ¿con qué? la respuesta es fácil. 

Cuando te apetezca, con quien te apetezca y con la comida que quieras o sola  y donde quieras.

Somos así de versátiles, perfectos para romper tu ayuno, listos para enfiestarnos,  quitarte la sed, acompañar tus comidas o post entreno... 

Así que ya lo sabes, levanta tu botella y brinda con nosotros, por muchas barrigas felices ¡Salud!.